La marca es todo lo que distingue a una propuesta, ya sea una compañía o sus productos.
La identidad de marca integra los aspectos que sustentan a una marca, tanto en términos visuales como de experiencia y principios. Su principal objetivo es ser un diferenciador con respecto de la competencia y posicionarse en el imaginario de sus consumidores.
Tu marca es una parte fundamental de tu identidad y se define como un nombre o un tipo de producto fabricado por una empresa en particular. Una identidad de marca se construye a partir de los mensajes de la marca, los valores de la empresa, cómo esta comunica sus conceptos y las emociones que quiere evocar en sus clientes cuando interactúan con ella. En esencia, tu identidad de marca es la personalidad de tu empresa y una promesa para tus consumidores. Como Jeff Bezos dice: «La identidad de la marca es lo que las personas dicen sobre ti cuando no estás presente».
Por ejemplo, cuando escuchas el nombre Coca-Cola es muy probable que te imagines el conocido logotipo, pero también es posible que pienses en el oso polar, el color rojo, su campaña de «Comparte una Coca-Cola» o la clásica imagen de las cintas presente en sus latas. Todos estos aspectos son los que hacen conocida a la marca; no solo el logotipo de la empresa.
Como ya viste, los aspectos de esta identidad no están por azar, sino que son elegidos cuidadosamente para estar en sintonía con los valores y experiencias que la marca quiere transmitir a su público. Algunos de los elementos de la identidad visual son:
- Misión, visión y valores: el documento donde están tu misión, visión y valores es uno de los elementos más importantes de tu estrategia de marca. Así, podrás transmitir ciertos principios y construir una cultura propia y distintiva.
- Experiencia del cliente: este aspecto responde a la pregunta «¿Qué quiero que sientan mis clientes al entrar en contacto con mi marca?».
- Logotipo: sin duda, uno de los elementos más reconocibles en las grandes marcas es su logo, y adquiere vida propia conforme se posiciona en el público.
- Cromática: los tonos que utilices en tu sitio web, en tu publicidad y hasta en tus empaques deben estar orientados a tu audiencia y a las emociones que quieres despertar en ella.
- Tipografía: elige una fuente distintiva (o un grupo de fuentes) que realmente marquen la diferencia y que transmitan la personalidad de tu marca.
- Imágenes: decide cuál es el enfoque que prefieres en las imágenes que aparezcan en tu sitio o que estén relacionadas con tu marca. Estos lineamientos te ayudarán a complementar la experiencia visual del observador.